martes, 4 de marzo de 2014

5 CONSEJOS PARA HACER QUE EL PERRO EN AGILITY VAYA MAS RÁPIDO


La motivación es precisamente el caballo de batalla más importante al que se enfrentan guías y técnicos. Siempre resulta interesante que alguien haga alguna reflexión sobre ello para buscar la manera de lograr un mayor rendimiento en los deportes y disciplinas caninas, igual que ocurre en todos los deportes de equipo.






Todo el mundo se pregunta ¿que puedo hacer para que mi perro corra más?. La clave esta en la respuesta de como administrar los reforzadores y cuales son los que tienen más valor para el perro.

“Existen un amplio abanico de reforzadores a nuestra disposición. El éxito de un educador canino depende de su destreza para elegir el más indicado en cada situación y aplicarlo en la magnitud y de la forma adecuadas”. Kay Laurence.


1.    Utiliza el motivador que al perro más le encanta:

No importa el motivador que utilicemos, siempre que al perro le encante y que nos permita administrarlo, cerca y lejos de nosotros (en la mano o lanzándolo).


2.    Entrena siempre con sesiones cortas y concretas:

Al trabajar con tu perro trata de trabajar habilidades especificas en lugar de trabajar secuencias largas y poco concretas. Esto nos permitirá que el perro obtenga mayor tasa de refuerzo en un menor espacio de tiempo y no le daremos oportunidad para que se estrese con los errores que pueda cometer. Aplica el entrenamiento sin errores, haz que siempre que sea posible.
Dividelos en pequeños pasos para hacerlos más comprensibles para el perro.

3.    Equilibra tus sesiones de entrenamiento:
Una forma muy común a la hora de buscar más velocidad en el trabajo
con el perro es practicar continuamente "círculos de velocidad" grandes secuencias circulares o rectas que implican poco o ningún tratamiento. El problema es de este enfoque es que el perro solo aprende a tener confianza en lineas rectas y en secuencias de giro nada ajustadas. Estos perros tienden a venirse abajo tan pronto como un recorrido implique algún giro algo cerrado. Si estas trabajando utilizando círculos de velocidad debes asegurarte de ir añadiendo algún giro de 180º y de 270º y recompensar al perro en cuanto gire de forma inmediata. Podrás también terminar premiando al perro en una pequeña recta.

Siempre incluir sesiones de formación balanceadas que enseñen al perro a superar las dificultades de una manera progresiva. Es muy importante subir el criterio de exigencia sin que apenas el perro lo perciba incluso mucho mejor si no lo percibe para nada.

Si eres creativo puedes crear juegos divertidos para incrementar las habilidades sin necesidad de disponer de mucho espacio.

4.    Resístete a la tentación de ir continuamente charlando con el perro.

A menudo tratamos de motivar a nuestros perros con nuestra voz cuando va más lento de lo que nos gustaría, pero esto puede causar una falta de sintonía en nuestras indicaciones o bien que se niegue a ejecutarlas si no los animamos todo el rato, lo cual resulta también muy cansino y nos distrae en nuestros movimientos que dotan al perro de las instrucciones para completar con acierto el recorrido. Trata de animar al perro antes y después de las secuencias y no durante ellas. Si por el contrario no les gusta el cambio empezar con secuencias muy simples y breves que te acostumbren a estar mas tranquilo mientras conduces.

5.    Comienza la enseñanza de las manera más básica y creativa.

 

En la mayoría de las ocasiones cuando observamos a un perro desmotivado en el agility se debe a que el proceso de formación se ha hecho muy acelerado, pidiéndole al perro desde un principio cosas muy complicadas, habilidades de manejo que no hacen mas que abrumar al perro y que le resultan muy desalentadoras. Para evitar esto se tendría que trabajar en primera instancia en la construcción del rendimiento de obstáculos uno a uno antes de intentar encadenarlos, primero hemos de trabajar aparato por aparato de manera que cada uno de ellos represente una satisfacción para el perro, premiando todas las ejecuciones, incluso si no las ejecuta a gran velocidad, de esta manera el perro acabara adquiriendo confianza en cada uno de los obstáculos y sera el momento en el que podamos empezar ha encadenar pequeñas secuencias. Si un director nos encarcagara una tarea complicada sin previamente tener asimilado los pasos intermedios, lo que nos ocurriría es que nos estresaríamos por falta de practica, a menudo esto es lo que nos ocurre con nuestros perros. Hemos de tomarnos el tiempo necesario para practicar, primero aparato por aparato, luego secuencias bien pequeñas, después secuencias un poco más largas, para finalizar incluyendo maniobras y movimientos de conducción.

Desde los inicios es muy importante mostrar brotes de señales corporales claras para que poco a poco el perro vaya asimilando lo que esperamos de el en un futuro inmediato.






Recuerda que para divertirte has de ser creativo en los entrenamientos.

 
"El entrenamiento del perro es un viaje que no tiene fin. Justo cuando pensamos que tenemos todo bajo control, algo salta para arriba y nos da una bofetada en la cara para recordarnos que todavía tenemos mucho que aprender". Ed Frawley

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