jueves, 25 de julio de 2013
Enseña a tu perro a no saltar sobre las personas
Enseñar a tu perro a no saltar sobre usted o sus invitados puede parecer una tarea imposible, especialmente si usted tiene un perro que ama a la gente (y los amantes de los perros) ¿Cuántas veces ha recibido tu perro a tus invitados o amigos con los pies por delante? En muchos casos y sobre todo cuando el perro es un cachorro las personas suelen decir, no te preocupes si los perros me encantan, y lo que hacemos es permitir que el perro siga saltando para saludar a las personas, de esta forma está recibiendo atenciones con lo cual está viendo reforzado su comportamiento por lo que este se está fijando y en el futuro se va a continuar reproduciendo.
Vamos a trabajar en el cambio de esa escena con tres estrategias simples para entrenar a su perro a no saltar sobre la gente. Vas a tener el mayor éxito con tu perro si utilizas estos métodos en combinación con otros.
Estrategia número uno: No haga caso del salto A menos que el perro pese más de 15 kg.. o si está utilizando su boca cuando salta, ignorando este comportamiento, haciendo caso omiso cuando saltar es la manera más rápida de hacer que desaparezca permanentemente y que se extinga. Los perros saltan para llamar la atención. Empujar a su perro hacia abajo, gritando "¡No!", Le rodillazos en el pecho, pisando los pies traseros, golpeándola en la cabeza o cualquier otro tipo de interacción que se pueda imaginar representan elevar la tasa de refuerzo, y hacerlo aún más propensos a saltar la próxima vez. (Después de todo, si un perro quiere algo, ¿qué es lo primero que tiene que hacer? Su atención.) Para instruir a otros sobre la manera de ignorar por completo a su perro que salta, pedirles que den la espalda, cruzar los brazos y mirar hacia el techo hasta que las cuatro patas del perro estén en el suelo. Cuando el perro tenga las cuatro patas en el suelo clickar y premiar.
Estrategia número dos: Administrar el comportamiento (tanto de personas y perros) Suena el timbre - ¿dónde está tu perro? Corriendo, ladrando, a la puerta, esperando para saltar en el momento en que se abra. Antes de abrir la puerta, agarrar una correa y pónsela al perro. A continuación, utilice la correa para mantener el perro sin saltar, incluso atar a su perro en un lugar seguro, si es necesario. Esta estrategia es necesaria si tu perro es grande, y tus huéspedes no les gustan los perros, o sus bocas ni las mordeduras de perro cuando él o ella salta. En la calle, mantener suficiente distancia entre el perro y alguien que se acerca a saludar, es poco probable que siga haciéndolo por que el salto no se está reforzando (y seguir la estrategia número tres).
Estrategia número tres: Enséñele a su perro un comportamiento incompatible. Un perro que se sienta que no está saltando hacia arriba – tan simple como eso.. Trabajar en la mejora de sentarse de su perro o hacia abajo en la puerta, mientras que los huéspedes no están allí, y en los paseos, mientras que no hay nadie alrededor. Entonces usted puede pedir y recompensar un sentado: Es necesario contar con un cómplice para que venga a casa y haga sonar el timbre, mientras enseñamos al perro a permanecer sentado, intenta reproducir esta situaciones, explique al ayudante o ayudantes que no deben acacharse para saludar al perro y que no le presten atención.
Como todo en el entrenamiento del perro, la consistencia es la clave. Enseñe a todos en su familia estas estrategias, y pronto el cachorro habrá aprendido buenos modales.
En perros adultos la estrategia es la misma solo que la conducta estará más fijada por que el perro a acumulado un historial con altas tasas de refuerzo por lo que resultara mucho más complicado y laborioso de solucionar. Para cada situación en la que hay un comportamiento no deseado, hay un comportamiento alternativo aceptable. La primera tarea, y probablemente la más importante es identificar cuál es está alternativa.
Estrategia número cuatro: Enséñele a su perro un comportamiento incompatible.
Empieza a moldear la conducta acompañando al perro a una estación, es decir un plato con comida en la que le daremos unos premios. A continuación y de una forma simultánea, pondremos la conducta bajo una señal consistente en hacer sonar el timbre de la puerta por un ayudante. La estación estará siempre en el mismo lugar, preferiblemente alejado del lugar por el que acceden las visitas, la cocina o el cuarto de baño por ejemplo. A continuación has de instruir al ayudante para que permanezca en la puerta un cuarto de hora en la puerta de la casa haciendo sonar el timbre a intervalos. Cada vez que suene el timbre te diriges a la estación, haces sonar haciendo ruido con la caja de los premios y le das varios durante un periodo de un minuto dejando un intervalo de 5 o 10 segundos entre un premio y el siguiente. Esta rutina deberías hacerla con cierta frecuencia hasta que veas que el comportamiento está bajo control y que el perro ignora las visitas. Estas intentando darle la vuelta a una conducta instintiva, es normal que el perro te acompañe a la puerta por que tu atención esta focalizada en la puerta. Desviar la atención del perro de la entrada de casa hacia la estación va contra la conducta instintiva y requerirá, por tanto, de un intervalo de refuerzo continuo. Aunque creas que el perro ya ha aprendido la nueva conducta de ir a la estación, si dejas de reforzarle por hacerlo, la conducta irá desapareciendo poco a poco hasta extinguirse. Se trata de una conducta alternativa que deberás premiar durante toda la vida. De lo contrario la conducta indeseada volverá a aparecer.
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