Actualmente existen muchas técnicas de adiestramiento canino, pero todas pueden ser agrupadas en dos grandes categorías: técnicas basadas en teorías del aprendizaje y técnicas basadas en la etología canina. En el primer caso, se tienen técnicas estandarizadas que usan "recompensas" o castigos, según cual sea el método empleado. En el segundo caso, se tienen técnicas no estandarizadas que se basan principalmente en creencias populares y no así en estudios científicos.
Aunque existen muchas técnicas de adiestramiento canino, todas ellas se pueden clasificar en dos grandes categorías:
• Técnicas basadas en las teorías del aprendizaje
• Técnicas basadas en etología canina.
Las primeras priorizan la modificación de conductas del perro, dando menor relevancia (o incluso ninguna) a la conducta típica de la especie canina. Las segundas priorizan la conducta natural típica de los perros.
A su vez, las técnicas basadas en las teorías del aprendizaje pueden subdividirse en tres sub-categorías principales:
• Adiestramiento canino tradicional.
• Adiestramiento positivo.
• Técnicas mixtas.
Técnicas basadas en las teorías del aprendizaje
En estas técnicas se incluyen todas aquellas que usan refuerzos positivos, refuerzos negativos y castigo positivo para educar a un perro. Las técnicas incluidas en esta categoría siguen filosofías diferentes, formando las tres sub-categorías indicadas anteriormente y explicadas a continuación.
1. Adiestramiento canino tradicional
El adiestramiento tradicional tiene sus bases en el adiestramiento de perros militares durante la primera guerra mundial. Después de la segunda guerra mundial, esta forma de adiestramiento se extendió al entorno civil, y se convirtió en el medio más utilizado para educar a un perro.
Posiblemente el pionero y creador de esta técnica sea el coronel Konrad Most, quien es considerado por muchos como el padre del adiestramiento canino moderno. Sin embargo, fue William R. Koehler quien le dio el mayor impulso a la técnica, mediante su best seller "The Koehler Method of Dog Training" (El método Koehler de adiestramiento canino), publicado por primera vez en 1974.
Esta forma de adiestramiento se desarrolló empíricamente, sin las bases científicas que actualmente rigen el adiestramiento de los animales. Sin embargo, parece ser que en 1910 Konrad Most ya comprendía los principios del condicionamiento operante, que todavía no habían sido publicados, y la técnica puede ser explicada mediante esos mismos principios.
En el adiestramiento tradicional predominan los refuerzos negativos y los castigos o bien la presión como medio de enseñanza. Con frecuencia estos métodos incluyen el uso de la fuerza, tanto para que el perro realice los movimientos adecuados como para corregirlos cuando comete algún error. También hay quien usa premios y caricias por lo cual el perro experimenta confusión, miedo incluso dolor físico. Algunos perros toleran estos métodos y no por ello han de ser apropiados, a otros en cambio pueden causarles taras irreparables, en cualquier caso el resultado nunca es optimo si no siempre es torpe y perezoso, incluso en algunos casos pueden convertir al perro en agresivos hacia la gente y desconfiados.
El refuerzo negativo es el proceso por el que se fortalece una conducta debido a que la consecuencia de dicha conducta es la desaparición o negación de alguna situación desagradable. Por ejemplo, si empujas los hombros de tu perro hacia abajo, esto causará una sensación desagradable para tu mascota. Por tanto, si dejas de empujar cuando tu perro se echa, él se echará cada vez con más frecuencia para evitar la presión que haces sobre sus hombros. Entonces, estarás utilizando el refuerzo negativo para enseñarle a echarse.
En cambio, un castigo es algo desagradable que ocurre como consecuencia de una determinada conducta, y que hace desaparecer esa conducta en ese momento. Sin embargo, el castigo puede tener consecuencias imprevisibles y no necesariamente reduce la frecuencia de esa conducta desagradable.
En ocasiones el perro deja de realizar el comportamiento cuando se le riñe y cuando su dueño no esta presente y cuando se ausentan el problema vuelve a aparecer, con lo cual no representan ninguna solución.
Un ejemplo de castigo sería si gritas o golpeas a tu perro cuando se sube al sillón. Esto puede hacer que el perro se baje del sillón en ese momento, pero no le enseña que no debe volver a subir. Algunas consecuencias imprevistas de este castigo hipotético podrían ser que tu perro te muerda por pegarle, que se asuste cada vez que te vea o que adquiera fobia a los sillones.
Los collares de estrangulación, de púas y eléctricos, son herramientas comunes en el adiestramiento tradicional y todas sus variantes. Además, este tipo de adiestramiento suele concentrarse principalmente en ejercicios de obediencia, dando menos importancia a los problemas de conducta.
Los defensores del adiestramiento tradicional suelen argumentar que ésta técnica proporciona resultados muy fiables. También argumentan que usar collares de estrangulación o de púas no es dañino para el perro, puesto que los perros tienen una mayor resistencia al dolor que los humanos.
Un argumento muy utilizado por los tradicionalistas, es que también utilizan el refuerzo positivo por que cuando el perro esta realizando el comportamiento se les da premios y caricias. Lo que resulta evidente es que el perro no aprende un comportamiento para recibir un premio si no para evitar un tirón de correa, con lo cual no se trata de refuerzo positivo, si no aversivo, si no se le acariciara o premiara podría resultar incluso cruel.
"Los adiestradores convencionales o tradicionalistas normalmente desaconsejan los ejercicios de obediencia hasta que el cachorro tenga seis meses. El argumento es que es demasiado joven para aprender; y no es así, tan solo es que el adiestramiento es aversivo, y el cachorro es demasiado joven para aprender de ese modo. Con premios, caricias, y comida, puedes enseñar al cachorro prácticamente cualquier cosa comenzando antes incluso del destete, pero si pones un collar de castigo y tratas de forzar a que camine junto a ti, se siente, o se quede quieto, lo asustaras antes de que sea capaz de enseñarle algo". Karen Pryor.
Los detractores del adiestramiento canino tradicional suelen argumentar que tanto la técnica como las herramientas empleadas son crueles y violentas. Además, suelen sacar a relucir el hecho de que esta técnica puede tener efectos colaterales negativos, como perros que muerden por miedo o daños físicos por el uso de los collares de ahorque, irritación en la traquea, etc, etc.
2. Adiestramiento positivo
El adiestramiento positivo tiene sus bases en los principios del condicionamiento operante, desarrollados por B. F. Skinner. Aunque no es algo nuevo, tuvo muy poca difusión hasta los años 90.
Los pioneros de la aplicación comercial del condicionamiento operante fueron los psicólogos Keller y Marian Breland, ambos estudiantes de doctorado bajo la tutoría Skinner. En 1942, los Breland crearon la empresa ABE (Animal Behavior Enterprises) con la finalidad de adiestrar animales mediante métodos positivos.
La enorme popularidad del adiestramiento tradicional impidió a los Breland que fuesen tomados en cuenta, y se valoraran sus principios en el adiestramiento canino, por lo que se dedicaron a adiestrar diversos animales para espectáculos y comerciales. También fueron pioneros en el adiestramiento de delfines para oceanarios o delfinarios y para la marina de los Estados Unidos.
Este tipo de adiestramiento se basa en el refuerzo positivo. Aunque popularmente también se lo conoce como adiestramiento basado en recompensas, el refuerzo positivo no es lo mismo que una recompensa.
Quizás la técnica positiva más popular actualmente sea el adiestramiento con clicker. Ésta fue popularizada por la bióloga Karen Pryor y es exactamente la misma que utilizaban los Breland desde los inicios de su empresa.
La principal diferencia entre el adiestramiento con clicker y otras técnicas de adiestramiento positivo consiste simplemente en el uso del clicker, que es una cajita que hace un doble sonido click-click cuando se la presiona. El clicker sirve para marcar el momento exacto en que el perro ha realizado la acción correcta. Como una cámara instantánea capturando una imagen o un fotograma.
Algunos adiestradores tienen conceptos equivocados por que creen que el reforzamiento positivo y en especial el clicker sólo representa "comida". Nada mas erróneo el perro no realiza el comportamiento por la comida, el perro trabaja por hacer sonar el clicker, por que provoca y desencadena algo con una consecuencia agradable. También demuestran mucha ignorancia al pensar que el clicker sólo se puede trabajar con comida algo que esta muy lejos de la realidad. El clicker se puede trabajar con comida, con mordedor, con pelota e incluso con caricias.
El clicker se ha convertido en el reforzador condicionado. En terminos de psicología, la comida, las caricias o cualquier "placer" son reforzadores positivos: algo que el perro deseará, incluso sin adiestramiento; lo que se conoce como condicionamiento clásico, el clicker en cambio es un reforzador condicionado algo que el animal a aprendido a desear y que desencadena un refuerzo.
Los detractores del adiestramiento positivo suelen argumentar que no es una buena manera de adiestrar porque el perro solamente responde cuando hay comida de por medio, y porque los resultados no son fiables.
Aunque los argumentos de los detractores son muy comunes, no son ciertos. La eficacia del adiestramiento positivo se hace evidente en los cientos de perros de asistencia, de competencia, policías y actores que han sido adiestrados con métodos positivos.
Programas de reforzamiento
Los programas de reforzamiento sirven para establecer la frecuencia con que refuerzas las conductas de tu perro. El programa de reforzamiento que uses determinara si vas a reforzar todas las conductas de tu perro o solamente algunas.
Existen dos tipos de programas, los llamados de razón fija o los de razón variable.
Las primeras lo deberás enseñar cuando estas haciendo aprender a tu perro una conducta nueva y siempre hasta que esta conducta este perfectamente establecida.
La segunda, la aplicación del programa de razón variable es común después que esa conducta está bien establecida, pero es posible que no necesites este programa, salvo que quieras perfeccionarla.
El programa de razón variable tiene que ocurrir de manera aleatoria, de tal forma que tu perro no sepa si va a recibir un pedacito de comida o algún juguete la próxima vez que reciba una instrucción y obedezca una de tus órdenes y comandos.
La utilidad de este programa consiste en evitar que alguna de las conductas que has enseñado se extingan (desaparezcan) por falta de refuerzo frecuente.
Este programa no es necesario para los perros mascota y sí resulta muy útil para los perros que practican alguna disciplina deportiva.
3. Técnicas mixtas
Las técnicas mixtas utilizan refuerzos negativos y los positivos. Aunque suelen tener resquicios del adiestramiento tradicional, como el uso de collares de estrangulamiento, la diferencia sobre las tradicionales es que parecen ser más amigables con los perros.
De hecho, muchos campeones de deportes caninos siguen un plan mixto de adiestramiento. Estas técnicas mixtas suelen ser más frecuentes en deportes que incluyen actividades de ataque y defensa, tales como el Schutzhund, el Ring Francés y el Ring Belga.
La principal razón para esto, es que puede ser muy difícil entrenar un perro para soltar la manga de ataque sin usar algún tipo de refuerzo negativo.
Generalmente, los adiestradores que usan técnicas mixtas evitan el uso de comida para entrenar. Cuando tienen que reforzar positivamente, tienden a preferir los juegos, el mordedor, o incluso una caricia.
Técnicas basadas en etología canina.
La etología es la ciencia que estudia la conducta natural típica de una especie. En este sentido, estudia conductas instintivas y conductas que, no siendo instintivas, son características de dicha especie.
Por tanto, las técnicas de adiestramiento canino que se basan en la etología, son aquellas que consideran las conductas naturales de los perros.
Estas técnicas normalmente ignoran los principios establecidos por las teorías del aprendizaje, y todas ellas se basan en la premisa fundamental de que los dueños tienen que convertirse en los líderes de la jauría para poder controlar a sus perros. Esto se conoce popularmente como el paradigma o la teoría del perro alfa.
El paradigma del perro alfa indica que los perros establecen jerarquías de dominancia dentro de sus jaurías. Entonces, para poder mantener una relación armoniosa con tu perro, él tiene que reconocerte como el líder de la manada: el perro alfa.
Aunque no queda claro cuándo apareció por primera vez el paradigma del perro alfa, es bien sabido que empezó a ganar adeptos en la década de los 80. Dos de sus promotores más famosos son Jan Fennell y César Millán. Este último ha consiguido mucha popularidad a través de su reciente programa "The Dog Whisperer" difundido por la National Geographic. Actualmente también en un canal de Tv española.
Según algunos autores, las ideas propuestas por estas técnicas están basadas en estudios de manadas de lobos en la naturaleza. Según otros, estas técnicas son el resultado del estudio de las conductas sociales de los perros en la naturaleza.
Lamentablemente, las técnicas basadas en la etología canina son muy diversas y no existe un estándar determinado. Además, muchas de ellas son imposibles de explicar con precisión ya que, al parecer, están basadas sólo en creencias populares, que no han resultado probadas.
Es importante tener en cuenta que estas técnicas, por sí solas, no permiten enseñar ejercicios de obediencia o trucos. Por eso, la mayoría de los adiestradores no aceptan que estas sean técnicas de adiestramiento, sino solo complementos de utilidad. Incluso es frecuente que ellos mismos utilizan estas técnicas no se consideren adiestradores, sino personas que pueden comunicarse con los perros a través de un profundo conocimiento de las conductas sociales del perro y de un lenguaje corporal adecuado.
Los defensores de estas técnicas, afirman que permiten una comunicación natural con los perros. Algunos también proponen un enfoque no violento, pero el uso o no de procedimientos violentos depende de la línea que siga el adiestrador.
Los detractores de estas técnicas argumentan que las mismas se basan solamente en creencias populares y que no tienen fundamentos sólidos. También ponen en duda el paradigma del perro alfa y cuestionan la necesidad de un modelo basado en jerarquías de dominancia.
Los biólogos Raymond y Lorna Coppinger son de los pocos que han llevado a cabo estudios científicos extensos y minuciosos sobre el tema, y sus conclusiones rechazan la idea del perro alfa. De hecho, estos autores afirman que las conductas sociales de lobos y perros son tan diferentes que no tiene sentido compararlas.
Perros. Una nueva interpretación sobre su origen, comportamiento y evolución, de Raymond Coppinger y Lorna Coppinger. Publicado por Ateles Editores S.L. y Kns Ediciones.
El tema central del libro es la evolución del lobo al perro. Los Coppinger creen que los lobos no fueron domesticados por los humanos, sino que evolucionaron en perros carroñeros mucho antes de asociarse con nuestra especie. Por tanto, los seres humanos habríamos domesticado a un animal que ya no era lobo, sino perro.
Esta propuesta de los Coppinger desecha la idea de que los perros evolucionaron después que algunos lobos fueron domesticados por humanos. Esto por supuesto, también elimina muchas de las ideas predominantes en el adiestramiento de perros, como la idea del perro alfa (aunque éste no es un libro sobre adiestramiento).
Quizás en un futuro la etología pueda proporcionar bases científicas más sólidas que ayuden a desarrollar las técnicas de adiestramiento canino. Por el momento, y aún cuando existen casos “exitosos” como los de César Millan y Jan Fennell, las técnicas basadas en etología canina no proporcionan conclusiones claras y precisas para el adiestramiento canino. Mientras en estas técnicas se parte de la base que el propietario tiene que ser el jefe de la manada, los que por el contrario creemos en las teorías del aprendizaje y el adiestramiento en positivo abogamos por convertirnos no encantadores de perros si no en sus amigos.
No obstante, para corrección de conductas conviene ponerse siempre en manos de un equipo de profesionales etólogos y especialistas en estas materias, puesto que son temas delicados que no pueden ser tratados por aficionados.
Existen muchas formas de eliminar conductas inadecuadas de tu perro, las más conocidas son las siguientes, pero hay que insistir que siempre se tienen que tratar estos temas bajo supervisión facultativa.
• Modificar el ambiente
• Castigo positivo ( no utilices este método)
• Extinción de conductas
• Desensibilización
• Contracondicionamiento
• Perfeccionar la conducta inadecuada
Modificar el ambiente externo consiste en hacer cambios constantes y permanentes en el lugar en que se dan las conductas inadecuadas. Modificar el ambiente interno consiste en solucionar algún problema de salud o bien cambiarle la dieta del perro.
El castigo positivo consiste en añadir una situación desagradable cuando el perro está realizando una conducta inadecuada. Este método tiene efectos colaterales, por lo que no deberemos utilizarlos. No obstante los citamos por que conviene conocerlos y saber que se están aplicando.
El castigo negativo consiste en quitarle al perro algo que le gusta, en el mismo momento en que se produce la conducta o el comportamiento no deseado o inadecuado.
La extinción consiste en dejar de reforzar la conducta inadecuada hasta que desaparezca. Generalmente consiste en ignorarla. Es muy útil en muchos casos y perfectamente inútil en otros.
La desensibilización consiste en acostumbrar al perro gradualmente a las situaciones que desencadenan la conducta indeseada. De esta forma el perro deja de sentir ansiedad o miedo en esas situaciones y la conducta tiende a desaparecer, estas técnicas también se conocen por "ensombrecer la conducta inadecuada".
como citabamos anteriormente son muy útiles para combatir problemas de miedos y de inseguridad, consiste en generar situaciones agradables para hacer desaparecer los comportamientos inadecuados, aumentando gradualmente la seguridad y autoconfianza del perro.
El contracondicionamiento es uno de los métodos más útiles para modificar conductas. Son las técnicas preferidas por todos los adiestradores. Consiste en enseñar al perro a que realicé una cosa que no pueda hacer al mismo tiempo que la conducta in adecuada. Ordenándole que haga la nueva conducta en todas las situaciones que antes disparaban la mala conducta. Con el tiempo el perro deja de realizar la conducta inadecuada. Hace unos años conocíi un perro enormemente pendenciero con otros machos que atraves del entrenamiento se consiguió que cada vez que se le acercara de frente otro macho el perro se estiraba en el suelo para que su dueño lo atara de la correa.
Perfeccionar la conducta inadecuada consiste en entrenar la conducta indeseada para que tu perro realice cuando se la ordenes. Una vez está perfectamente entrenada. Siempre que se hallan cubierto todas las etapas de entrenamiento, no tiende a repetirse si no se le da la orden. Por ejemplo ladrar a la orden, se trata de enseñarle a ladrar para que solo lo haga cuando reciba la orden de hacerlo.
Todas estas técnicas, mencionadas anteriormente, son difíciles de trabajar y requieren mucha paciencia y perseverancia. Es recomendable dejarse asesorar por un etologo, quien una vez diagnosticado el problema, nos explique como aplicarlo y que posteriormente haga el seguimiento.
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