De 8 Semanas a 18 meses
GENERALIDADES
La
pregunta que todo el mundo se hace es; ¿Cual debe ser el periodo mínimo para
empezar el aprendizaje de este deporte? El reglamento de agility establece que
el periodo mínimo para empezar a
competir el perro tiene que tener 18 meses. Esta norma tiene mucho sentido pues
lo que pretende es preservar al perro de posibles lesiones y solo permitir
competir cuando se supone que ya ha llegado a su madurez física y mental.
En cambio, si
hablamos de un perro adulto, la respuesta seria de cuando queramos, en
cambio cuando la pregunta se formula
para un cachorro las respuestas varían y podemos decir que hay diferentes
puntos de vista, uno que plantea que dado que el animal no ha alcanzado su
madurez física y que sus huesos y cartílagos
son totalmente blandos, para evitar lesiones se tiene que empezar como
mínimo a los doce meses.
La otra teoría
es, que partiendo de la base incuestionable de que el agility es juego podemos
decir que a partir de que se hayan completado el ciclo de vacunaciones ya se
puede empezar el aprendizaje del agility. La cuestión no es ¿Cuándo? Si no,
¿Cómo?
Si tenemos en
cuenta que debemos jugar e interactuar con el perro a partir del primer día que
lo adquirimos, la cuestión se resume sólo en una cosa, empezar cuanto antes,
pero teniendo siempre especial cuidado con su inmadurez tanto física como
mental y ajustar todo lo que se haga a esa premisa.
Es importante
prepararse leer, ver vídeos e informarse lo mejor posible acerca de los
mecanismos de aprendizaje y no precipitarse haciendo esfuerzos físicos
peligrosos, podemos empezar trabajando cuestiones como concentración, el
vinculo, y como los ingleses denominan IN
FOCUS (centrando el foco).
Podemos empezar
con los soportes de las vallas sin el palo central y hacer juegos para
acostumbrar al perro a pasar por ellos y que se valla familiarizando, a medida
que se vaya desarrollando físicamente ir subiendo de centímetro a centímetro
los saltos, ejercicios así son el equivalente a jugar con una pelota.
Estos
ejercicios nos permitirán ir introduciendo en el perro los giros, cambios de
mano... y que se familiarice con nuestra expresión corporal.
También
habremos de tener claro que el agility es un juego que se basa en el refuerzo
positivo (gratificante para el perro). Por lo que lo hemos de convertir en una
actividad divertida.
No pretendemos
dar clases de psicología y de conductismo simplemente pretendemos argumentar el
cuando y el como, se debe comenzar con esta disciplina, tan apasionante.
En otros países
más avanzados en la educación canina y en la práctica del agility, comienzan a
trabajar con el perro, tan pronto como llega el cachorro a sus hogares y desde
el comienzo a base de mucho cariño y muchos premios, van introduciendo todos
los comandos que van a necesitar en el futuro creando de esa manera un vinculo
muy solido con el individuo canino, de este modo van quemando etapas
ajustándolas a su crecimiento y desarrollando un nexo indisoluble con su perro.
También fuera
de España se están creando diferentes fundaciones para la enseñanza del agility,
en Inglaterra, Estados Unidos,... en este sentido también nos llevan una gran
ventaja, en Cataluña a través de La Federación catalana de agility, con la
Escuela Catalana de Agility. Se esta trabajando para una formación continuada
de los técnicos e instructores de agility para progresivamente ir elevando el
nivel técnico de este deporte.
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