viernes, 18 de enero de 2013

PRIMERAS LECCIONES DEL CACHORRO EN EL AGILITY





La fase más importante en la vida del perro y aquella en la que más rápidamente aprende es precisamente sus primeros meses, es cuando se abre una ventana en el aprendizaje. A partir de sus primeros meses el perro tiene ya la capacidad completa para aprender.

La etapa de cachorro es ideal para establecer una sólida educación de base. Lo haremos basándonos en pequeños ejercicios  mediante juegos. De esa forma construiremos una buena relación con nuestro perro, para en el futuro poder desarrollar las habilidades necesarias para la práctica del agility.

Como hemos dicho anteriormente evitaremos sesiones largas y pesadas, dado que ello presionaría mucho al perro algo que resultaría totalmente perjudicial, Es imprescindible que el perro se quede con ganas de volver a jugar y nunca llegar al límite del agotamiento o del aburrimiento.

No podemos olvidar que el perro necesita que le dejemos ser perro sobretodo en sus etapas de crecimiento. Una educación rígida y con presión hará que en el futuro obtengamos resultados mediocres e indeseables, aumentara la inseguridad del perro, bajara su nivel de atención y por tanto su rendimiento.

Hay gran cantidad de libros e información que nos enseñan como actuar en educación canina en los primeros meses del cachorro por lo que no profundizaremos en ello, sólo constataremos  que es importante una buena educación de base, no obviaremos que el agility es el encadenamiento de ordenes y obstáculos que configuran un circuito, por la cual una educación de base es imprescindible.



ANTES DE EMPEZAR EN PISTA

IN FOCUS: CENTRANDO EL FOCO


Desarrollaremos ejercicios para centrar la atención del perro, los ingleses lo denominan IN FOCUS (Crying for control). El objetivo es conseguir que no exista nada más importante para el perro que su propio guía.

Durante los primeros meses del cachorro deberemos prestar mucha atención a trabajar ejercicios destinados a que el perro se apasione con su guía, incrementando el vínculo, con lo cual necesitaremos muchos y muchos premios.

Estos ejercicios irán aumentando el vínculo y han de ser muy sencillos, también nos permitirá ir consiguiendo comunicación y obediencia.

Por ejemplo: la mirada, mediante un señuelo, le dejaremos oler el premio y con el dedo dibujaremos la trayectoria de su nariz a nuestros ojos consiguiendo que el perro nos mire a los ojos una vez lo logremos premiaremos, así cada vez que el cachorro presente el comportamiento, tras muchas repeticiones introduciremos el comando mira y seguiremos premiando, este ejercicio se puede conseguir con o sin clicker, primero lo haremos en casa en el lugar más tranquilo, que el perro se encuentre muy cómodo, tras muchas repeticiones y varios días trabajando lo trasladaremos a otro sitio donde tengamos un poco más de distracción seguiremos premiando y lo haremos también durante muchos días, si el perro se distrae volveremos al inicio, finalmente cuando el comportamiento se este dando con 80% de efectividad, lo trasladaremos a la calle y seguiremos el mismo procedimiento, por ultimo cuando estemos muy seguros lo haremos en el club, junto con otros perros.

Una vez el perro domina el ejercicio a la perfección lo haremos en presencia de otros perros cuando se encuentran en la pista trabajando y seguiremos la rutina mira premio, "mira" premio, de esta forma conseguiremos que el ejercicio sea consistente. Este es un procedimiento muy sencillo que nos permitirá que nos preste mucha atención.

Lo podemos hacer igualmente con el ejercicio de sentado, tumbado, quieto etc.

En estos casos el perro deberá empezar con el collar y la correa puesta, el guía deberá pisar con el pie la correa y seguir con el procedimiento, sentado premio, sentado premio…estos ejercicios son los equivalentes a cargar el clicker y lo haremos de igual modo.

Algunos perros acostumbran a distraerse muy a menudo cuando ven movimiento a su alrededor, especialmente los perros pastores como puede ser el border collie, el pastor belga… esto es debido a su gran instinto de depredador, y su atracción al movimiento, lo que se denomina percepción de movimiento, en estos casos resulta indispensable trabajar estos ejercicios para centrar la atención para que posteriormente el aprendizaje resulte más sencillo.



Otro ejercicio muy necesario es el "deja", el cual resulta muy útil y consiste en dejar un señuelo en el suelo manteniendo al perro controlado con la correa, haremos pasadas aproximándonos cada vez mas cerca del señuelo y cuando el perro deje de ir hacia el lo premiaremos, tras algunas repeticiones introduciremos el comando "deja", empezaremos a un metro o metro y medio para ir aproximándonos progresivamente hasta realizarlo justo sobre el señuelo.

Es muy importante en perros que acostumbran a ir con el hocico pegado al suelo, olisqueando toda la pista, sobre todo en perros de caza, de esta forma lograremos que al perro deje de interesarle lo que hay en el suelo y nos preste mucha más atención, también resulta especialmente útil para evitar que el perro adquiera el vicio de ir olisqueando las orinas cuando paseamos con el por la calle o se dedique a recoger basuras.

Fuera de España los clubs realizan frecuentemente cursos para cachorros, seminarios… donde se trabajan estos conceptos, en nuestro país no es muy frecuente, pero cada vez, se esta extendiendo más esta practica.

La finalidad es acabar con el perro centrado en nosotros, incluso estando otros perros sueltos estén o no trabajando con sus guías.

Debemos utilizar nuestra imaginación para realizar todo tipo de ejercicios mediante premios, teniendo en cuenta en el horizonte el objetivo, existen muchos ejercicios sencillos que el día de mañana nos proporcionaran mucha satisfacción el haberlos trabajado, todos los ejercicios considerados de obediencia se deberían trabajar bajo estos parámetros. Para poner los estímulos bajo control y conseguir una autentica generalización del comportamiento.

Las sesiones no pueden ser largas y no deben exceder de cinco minutos, al finalizar la sesión jugaremos con el perro efusivamente y luego volveremos a trabajar otros cinco minutos y así sucesivamente, sin llegar al agotamiento.

En el futuro si hemos llevado de forma consistente el programa de "in Focus" evitara que en las esperas del ring el perro presente secuencias de ansiedad y de estrés.

Cuando adquirimos un cachorro es aconsejable apuntarnos con el a un curso de cachorros los cuales se deberían de realizar en grupo con un mínimo de tres individuos, esto nos ayudara a que el perro aprenda la inhibición a la mordida y nos permitirá la sociabilización del individuo. También podremos trabajar los ejercicios antes citados para que el perro en presencia de otros perros se centre en nosotros cuando le demos algún tipo de instrucción, recordar que nosotros hemos de convertirnos en el centro de su universo.

Si por casualidad no podemos acudir a ningún curso para cachorros, deberemos buscar a personas que tengan también un cachorro para ponernos de acuerdo quedar con ellos y dejar que los perros puedan interactuar con sus congéneres.

Prestando un especial cuidado a los individuos con los que les dejamos interactuar, hemos de pensar que en un cachorro las malas experiencias pueden quedar grabadas en su mente para toda la vida, como si se tratara de una fotografía. Habremos de seleccionar individuos sociables, para no mandar al traste todo el trabajo de sociabilidad que hemos venido realizando.  


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