Desde hace años se viene aplicando la acupuntura para tratar problemas de displasia de cadera y traumatologías severas, dado que en el mundillo del agility al igual que en otras disciplinas caninas deportivas nos encontramos con perros que se lesionan y que aveces no sabemos que hacer, me he permitido copiar literalmente algunos textos de Françes Minguell, que es una persona muy reconocida dentro del mundo veterinario por sus éxitos en estos tratamientos y en el uso de pequeños implantes de oro.
Francesc Minguell Martín
Licenciado en Veterinaria, Diplomado en Acupuntura
Clínica Veterinaria Ca n´Oriac y Centre Veterinari Aura (Sabadell, Barcelona)
www.sabavet.com, sabavet@mundivia.es.
Algunos colegas veterinarios han llamado a nuestra clínica para conocer qué
son esos elementos radio-opacos que han visto en algunas radiografías y que
los propietarios les han dicho que son pedacitos de oro.
Otros se han interesado al ver los buenos resultados obtenidos en pacientes
con Displasia de cadera o con artrosis severas.
Esta técnica de los “Implantes de oro” se desarrolló en EEUU en los años 70,
siendo Grady Young el pionero y Terry Durkes quién la perfeccionó.
La aplicación de Implantes de oro es una técnica de estimulación permanente
de los puntos de Acupuntura que consiste en insertar pequeñas piezas de oro o
fragmentos de filamento de oro en los puntos de Acupuntura.
El interés de su aplicación consiste en que su aplicación produce un efecto a
largo plazo en los puntos, una estimulación constante durante un periodo de
tiempo no inferior a los dos años. La técnica es muy sencilla y los resultados
muy favorables, sin efectos secundarios y compatible con otros tratamientos.
El tamaño de los implantes varía entre el de una cabeza de alfiler y piezas de 1
x 2 mm. Se utiliza hilo de oro de 24 quilates, o bien pequeñas bolitas
magnéticas bañadas en oro (implantes de Magraine). Éstos implantes son
introducidos en la región subcutánea o muscular (dependiendo del punto
utilizado) con el uso de una bránula endovenosa o con jeringas similares a las
de aplicación de microchips. Los animales deben ser sedados y, por tratarse de
un acto quirúrgico, se recomienda tomar las precauciones usuales de asepsia,
es decir: preparación, rasurado y desinfección del campo quirúrgico, y extremar
las condiciones de esterilidad.
El oro es un metal no reactivo con el cuerpo, no tiene problemas de rechazo ni
produce efectos adversos. El uso de implantes cuando la zona afectada está
cargada positivamente o está en acidosis, empeora la situación. Por eso los
implantes nunca deben usarse en procesos cancerígenos o casos de
osteomielitis.
La explicación más probable sobre la función que desempeñan los implantes de
oro en las articulaciones dolorosas es la siguiente:
En las articulaciones con dolor se produce una alcalosis (aumento del pH) y un
incremento de cargas eléctricas negativas. A mayor grado de alcalosis y de
cargas negativas se detecta un mayor grado de dolor. El metabolismo de los
animales afectados reacciona a este aumento progresivo de carga negativa con
una mayor producción de iones de signo positivo de sodio, calcio e hidrógeno
(Na+, Ca++, H+) siendo los iones de calcio los que juegan un papel más
importante. En las radiografías se suelen observar osteofitos y calcificaciones
alrededor de las articulaciones.
Los implantes de oro emiten unas cargas eléctricas positivas que neutralizan la
carga eléctrica negativa de la articulación, eliminando el dolor y haciendo
prevención sobre los cambios adicionales que pueda sufrir esa articulación. El
oro reduce el dolor y además compite con el Calcio evitando las calcificaciones
articulares.
En algunos perros es posible observar una descalcificación de las articulaciones
artríticas (se observan menos osteofitos) transcurridos entre seis y doce meses
de la aplicación de los implantes de oro.
Los Implantes de oro son hoy nuestro tratamiento de elección para la displasia
de cadera, la osteocondritis y la osteocondritis dissecans del hombro, la artritis
del codo y la rodilla, la espondilosis espinal, el síndrome de Wobbler y la
Epilepsia. Los implantes se usan en todos los tipos de artritis y enfermedades
crónicas, porque en todas esas enfermedades hay un exceso de cargas
negativas (alcalosis localizada).
DISPLASIA DE CADERA
EL 50% de los implantes que ponemos en nuestra clínica son para tratar este
problema. Nuestros casos varían de perros entre 4 meses y 15 años de edad, la
mayoría de razas grandes. El tamaño del perro no guarda relación con el éxito
del implante, pero la edad si que es crucial: En animales menores de 7 años,
tenemos un éxito del 98%. Entre 7 y 12 años, bajamos al 80% y para animales
entre 12 y 15 años solo del 50%, la mayoría de las veces por un problema
asociado de mielopatía degenerativa.
La mielopatía degenerativa es considera por muchos veterinarios como una
enfermedad independiente, pero casi siempre va asociada con algún otro
problema. La mielopatía degenerativa empieza como una alcalosis localizada en
la articulación de la cadera. En un pequeño porcentaje de perros displásicos,
esta alcalosis local empieza afectando a los nervios locales y eventualmente
termina afectando también a la médula espinal, produciendo una degeneración
irreversible que hace que el perro no pueda caminar. Los implantes pueden
revertir la mielopatía en aproximadamente el 50% de los casos, generalmente
en perros que todavía conservan alguna masa muscular en el tercio posterior y
que pueden levantarse, aunque sea de forma intermitente. Para perros que no
pueden mantenerse de pie en ningún momento y que muestran una notable
atrofia muscular, los implantes no son una solución. Sin embargo, en algunos
perros hemos visto una mejoría temporal durante 3 a 9 meses, pero después se
deterioran de nuevo.
Se implantan las dos caderas en la misma sesión. Se trata un solo lado solo si
una de las caderas aparece normal y la otra displásica. Estos casos suelen
deberse a algún tipo de trauma unilateral que sufrió el cachorro poco tiempo
después del nacimiento en la cadera que ahora aparece como displásica. Los
traumatismos producidos por la amputación de la cabeza del fémur o el
reemplazo de la cadera, también se pueden tratar con implantes de manera
similar al tratamiento para displasia.
ESPONDILOSIS VERTEBRAL, PROBLEMAS DE RODILLA Y DISPLASIA
Aproximadamente el 30% de los perros con displasia tienen también
espondilosis vertebral. Ante un posible candidato para implantes de cadera,
siempre hay que mirar las radiografías de la columna buscando signos de
espondilosis. Para que los implantes produzcan un efecto beneficioso en las
caderas, hay que tratar también la columna.
También hay que prestar atención a las rodillas, ya que muchos perros se
lesionan el ligamento cruzado al forzar el paso para compensar la displasia. De
hecho, aunque muestren signos radiográficos claros de displasia, es posible que
el dolor sea peor en alguna de las rodillas. Primero debe repararse el ligamento
cruzado y después implantar las caderas, en esa misma operación o más tarde.
Nosotros generalmente lo hacemos al mismo tiempo.
ESPONDILOSIS VERTEBRAL
Este el segundo tipo de artritis que mas comúnmente tratamos. Aunque la
espondilosis aparece tanto en gatos como en perros de todos los tamaños, la
mayoría de los casos se producen en perros grandes. En muchos de esos casos
había una displasia asociada, menos en los Gran Daneses y los Doberman
pincher, donde la incidencia de displasia es baja y por tanto suelen presentar
solo espondilosis. Pero los Rottweilers son un problema, porque no solo tienen
displasia y espondilosis, sino que tienen tendencia a desarrollar problemas de
rodilla y enfermedad de Wobbler al mismo tiempo. En ocasiones aparecen de
forma simultánea y en otras, se van manifestando a lo largo de varios años.
También hemos visto algunos perros que no tienen espondilosis de localización
ventral, pero tienen artritis en la parte dorsal de la superficie articular de las
vértebras. A estos los tratamos del mismo modo que para la espondilosis de la
columna.
ARTRITIS DEL CODO
Aunque la artritis del codo puede tener varios orígenes, el mas común es la
falta de tratamiento de la no-unión del proceso ancóneo. Aunque vemos pocos
casos, la mayoría mejoran con el tratamiento. El mayor problema es la
cronicidad del caso, ya que los dueños tardan mucho tiempo buscar ayuda, de
forma que el 60-70% de los perros, presentan una anquilosis severa de la
articulación. En estos perros, los implantes generalmente alivian el dolor, pero
algunos continúan caminando con rigidez. Se puede conseguir que anden con
normalidad si se les implanta antes de que se hayan formado adhesiones en la
articulación o si anteriormente se realiza una “Quelación local” (consultar con
los autores).
Es difícil afirmar con seguridad si el proceso ancóneo debe extirparse antes de
poner los implantes. Nosotros hemos implantado codos con y sin esta clase de
cirugía, y aunque los resultados han sido buenos en ambos casos,
probablemente es mejor extirpar el proceso anconeo antes de poner los
implantes en los casos de perros muy jóvenes.
Al poner los implantes, se tratan las caras lateral y medial del codo. La mayoría
de los implantes se ponen bajo la piel, debido a la poca masa muscular en la
zona.
OSTEOCONDRITIS Y OSTEOCONDROSIS DISECANS DEL HOMBRO
Estas patologías responden bien a los implantes y solemos ver estos animales
antes de que se presenten complicaciones secundarias. Cuando ponemos los
implantes, solo tratamos la cara lateral. Si hay osteofitos no suele ser necesario
extraerlos antes de hacer los implantes.
ARTRITIS DE LA RODILLA
Esta patología también responde bien a los implantes de oro. Sin embargo, es
muy raro encontrarla de forma aislada, ya que la mayoría son secundarias a la
lesión del ligamento cruzado anterior. Cuando se implanta la rodilla de un perro
joven con el ligamento cruzado afectado, generalmente es necesario repetir el
tratamiento 2 ó 3 veces para conseguir buenos resultados.
Para los problemas de rodilla como artrosis, rigidez y dolor, se ponen implantes
en las caras lateral y medial de la articulación.
PROBLEMAS DE TARSO Y CARPO
Estas articulaciones no suelen necesitar tratamiento para la artritis, pero todos
los casos que hemos implantado han respondido bien.
EPILEPSIA
Hemos utilizado los implantes en muchos perros con ataques epilépticos, y
aunque es un área difícil de trabajo, también es muy gratificante. Los dueños
aprecian mucho cualquier tipo de mejora después del tratamiento dado que
tienen muy pocas opciones satisfactorias donde escoger. Hoy en día vemos
tipos de epilepsia mucho más complejos que hace 15-20 años, cuando los
ataques “en cascada” eran más raros. Esa evolución ha generado también un
cambio en nuestros protocolos de implantes para epilepsia.
El paciente con este tipo de ataques es similar a uno con fibrilación: cada
ataque se inicia en una parte diferente del cerebro. Desde el punto de vista de
los meridianos, se afectan unos u otros en cada caso. Por este motivo, tratamos
todos los canales y no solo uno o dos como hacíamos hace unos años. En
perros con epilepsia, los implantes de oro pueden eliminar los ataques o
permiten reducir la medicación en un 25- 50% de los casos, en otros se debe
continuar con la dosis completa de medicación.
Vemos pocos problemas en disminuir los niveles de fenobarbital o primidona,
sin embargo, el bromuro de potasio es más difícil de reducir, ya que el sistema
nervioso parece generar adicción y su reducción generalmente aumenta el
índice de ataques en los pacientes. Sin embargo, si se reduce la dosis y el
dueño puede tolerar los ataques del perro por un periodo aproximado de un
mes, generalmente se estabilizan.
Si los ataques siguen un patrón, como uno cada 4-6 semanas, la medicación se
va reduciendo gradualmente. Se espera entre 8 y 10 semanas después de la
primera reducción y si la dosis aún evita los ataques, se puede disminuir un
poco más.
Dado que los implantes de oro actúan lentamente, los perros generalmente
sufren ataques durante la primera semana después del tratamiento, que se
repiten en muy pocas ocasiones después de ese tiempo.
A pesar de no obtener los resultados óptimos esperados en algunos casos, los
propietarios agradecen que disminuya el número, la frecuencia y la severidad
de los ataques.
OTRAS APLICACIONES:
También se utilizan Implantes de oro en casos de incontinencia fecal o urinaria,
algunas parálisis, asma, enfermedades de disco intervertebral, etc.
BIBLIOGRAFÍA:
“Acupuntura Veterinaria y Terapias Naturales”, Are Thoresen.
“Veterinary Acupuncture”, Allen Schoen.
"Progress in Veterinary Neurology", (Vol. 4, No. 3),
“Terry Durkes: Gold Bead Implants”, (licencia expresa del autor)
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